Las quemaduras de verano

En el caso de que tu hijo se haya quemado la piel por haberse expuesto al sol excesivamente, refréscala con una loción de calamina. Si como consecuencia de sus quemaduras de piel tuviera fiebre y dolor se calmará con un preparado de paracetamol o una aspirina.

Si el niño se encontrara intranquilo o tuviera un aspecto enfermizo, consulta con el médico lo antes posible, puede tratarse de un golpe de calor. Mientras tanto, ofrécele abundantes líquidos frescos.

Como curarse las quemaduras de verano

Si se hubieran producido ampollas, también es preferible consultar con el médico, pues pueden abrirse o infectarse. Bajo ningún concepto se las debes pinchar, pues dejándolas como están el peligro de infección es menor.

Muchas veces las ampollas pequeñas se reabsorben espontáneamente, sin necesidad de quitarles su contenido. Pasados unos días aparecerá la piel nueva. Como ésta es muy delicada, ante nuevas exposiciones, conviene extremar los cuidados.